Durante
el siglo XIX llegaron a Cuba centenares de moronenses. Unos en busca de
fortuna, otros por leva forzada, y otros, como José Bernal Serrano, por
razones de su oficio, pues era sargento 1º del ejército.
Nuestro
paisano iba a bordo del cañonero "Cuba Española", del que pueden ver
este grabado publicado en el número XXIII de La Ilustración Ibérica y
Americana de 1880:
Pero el 11 de junio de 1880, cuando el buque procedía a entrar en el
puerto de Santiago de Cuba, explotó una de sus calderas, desatándose la
tragedia. Cinco días después la prensa española comenzó a publicar los
primeros datos del accidente:
A mediados de julio se conocían más pormenores de la tragedia:
Lógicamente en la península la angustia se apoderó de decenas de
hogares, ¿se encontrarían sus seres queridos entre las víctimas? En
Morón al menos había una familia con el corazón en un puño, los padres
del sargento 1º José Bernal, que iba a bordo del "Cuba Española".
Desgraciadamente el gobernador de la provincia remitió al alcalde de
Morón la fatídica carta, siendo el regidor el encargado de comunicárselo
a la familia. En la misma jornada el alcalde participaba al gobernador
que había cumplido con el triste encargo:
Trascripción:
"Excelentísimo Señor: En cumplimiento a la orden de V.S. fecha 4 del
actual fue notificado inmediatamente a la familia del sargento 1º del
Batallón Guerrilla de Cuba, José Bernal Serrano que falleció en dicha
isla de la explosión de una de las calderas del cañonero Cuba Española
cuanto en la referida orden se previene entregándole al mismo tiempo la
nota que acompañaba a la misma".
Ahí queda la fugaz historia de José Bernal, que ya no dormirá más en el injusto sueño del olvido.
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