Juan Belmonte |
El 12 de julio de 1912 obtuvo un rotundo éxito en la Maestranza
sevillana, siendo llevado a hombros hasta su propia casa. ¡Eran otros
tiempos! Cuentan que el gran torero Guerrita, al verlo
en acción en el coso, dijo sobre Belmonte lo siguiente: "Así no se puede torear, el que
quiera verlo que se dé prisa, porque ese durará un suspiro".
Y la tragedia pudo ocurrir en Morón el día 6 de octubre de aquel año de 1912, donde Belmonte toreaba en una novillada a beneficio de los pobres del pueblo. Compartía cartel con un torero moronense, Antonio Escudero, del que próximamente nos ocuparemos.
Afortunadamente
todo quedó en un susto, demostrando Belmonte que los toreros están
hechos de otra pasta, regresando al ruedo -aunque cojo- tras las curas, y
cumpliendo su compromiso con Morón. Lean al crónicas al respecto:
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